FIESTAS EN ONTINYENT

Fiestas en Ontinyent: cartel y programa de las Fiestas de la Puríssima en Ontinyent, Moros y Cristianos de Ontinyent...

Fiestas en Ontinyent Moros y Cristianos
Fiestas en Ontinyent Moros y Cristianos

Moros y Cristianos en Ontinyent

Del 25 al 29 de agosto de 2022

 

Consulte aquí el programa de Moros y Cristianos de Ontinyent


Fiestas de la Puríssima en Ontinyent

Del 3 de Noviembre al 16 de Diciembre de 2018

 

Consulte aquí el programa de las Fiestas de la Puríssima en Ontinyent


Ontinyent al Carrer

Del 3 de Octubre al 7 de Noviembre de 2015



FIESTAS EN ONTINYENT

 

Cabalgata de Reyes

 

 

El ciclo festivo anual ontinyentí empieza invariablemente alrededor del 5 de enero, la fecha en que nos visitan sus majestades los Reyes del Oriente. El día 4, la Asociación de Amigos de los Reyes hace posible que los niños y las niñas de Ontinyent puedan visitar al Emisario Real que los monarcas nos envían cada año, el insigne Jacobo, en la loma de la ermita de Santa Anna. En aquel campamento, los niños tienen la última oportunidad de entregar las cartas con sus peticiones.

 

 

Por la mañana del día 5, Jacobo llega a Ontinyent por el Carril de la Costa, donde aun hay quien va a esperarlo vestido de pastorcillo y con una cesta llena de algarrobas y paja... Cuando llega al Ayuntamiento es recibido por las autoridades y sale al balcón, y pregona que los Reyes llegaran por la tarde.

 

Y cierto es! La cabalgata, cada año más lucida, acompaña a los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar por las calles de Ontinyent hasta la plaça Major, donde desde hace unos pocos años, escenifican el acto de la adoración. Después, es tradición que visiten el Hospital de Beneficencia y, des de ahí, todos los hogares de la ciudad repartiendo los obsequios si es que nos hemos portado bien durante el año y hemos cantado su cancioncilla:

 

 

Ja venen els Rei..xos!
Per la costere...ta!
I al xiquet li por..ten!
Una samarreta...!
Tirorí tirorí! Senyor Rei, jo estic ací...!
Un cabasset de palla pal seu rossí...!
I totes les coses bones.... pa mi, pa miiiii!

 

 

San Antonio Abad

 


El día 17 de enero es el día de San Antonio Abad o del Porquet, patrón de los animales domésticos. Los labradores y los ganaderos de Ontinyent han celebrado esta fiesta des de fechas históricas, centrando los actos en la ermita del antiguo convento franciscano que llevaba el nombre del santo. El convento y la ermita estaban situados, hasta su desaparición el 1876, en los terrenos que hoy conocemos como “la Glorieta”. Cuando la imagen fue trasladada a la iglesia de San Francisco, en la calle Major, la fiesta pasó a celebrarse cerca de este templo. Allí se plantaba y quemaba la hoguera y tenia lugar la bendición de animales. Poco a poco, esta fiesta fue desapareciendo y, hoy, tan solo quedan unas pocas paradas de porrat a la plaza de la Concepció, el fin de semana posterior al día 17.

 

 


Pero al siglo XVIII surgió otra fiesta dedicada al santo, la que los vecinos labradores celebraron en el Poble Nou que fue construyéndose alrededor de la Ermiteta de la Concepció. Esta, ahora mismo, es considerada como la más costumbrista de las tantas celebraciones ontinyentinas. Los actos centrales siguen celebrándose el segundo fin de semana después del día 17, ya cerca de febrero, con respecto al San Antonio del carrer Major. Ahora mismo, se plantan tres hogueras pequeñas en la calle, y una más grande en la plaza del Barranquet. Se queman todas seguidas después de la tradicional i multitudinaria bendición de animales, que pasan con sus amos a recoger la correspondiente “garrofeta”, y la posterior bendición del pan. Inmediatamente, la salida del Farol de la Retreta da inicio a este acto en que se lucen los centenares de farolillos que han ido construyendo els Llumeners del santo. Cuando acaban de dar la vuelta a todas las calles del barrio, lleno de visitantes, se ha de visitar el Porrat, el mercado de productos comestibles tradicionales donde se podrían comprar garbanzos torrados, dátiles, palmitos... y prepararse para la más concurrida de las siete dansades tradicionales de Ontinyent. Al ritmo invariable del tabal y con nuestros cuatro Fandangos sonados con dulzaina, son muchas las parejas y los cuadros que nos muestran las distintas y diferentes sensibilidades danzadoras y escuelas que Ontinyent ha podido conservar.

 

 

I no se tiene que olvidar el ya imprescindible Correfoc, introducido a nuestra tradición en los últimos años 80, y la animada verbena posterior.

 

 

El día del santo se empieza con la diana y se sigue con la misa cantada y el pasacalles en que se pasean los puercos que van a sortearse por la noche. Después de la comida dels Llumeners esta la Cabalgata en que los niños lanzan confeti y golosinas desde los motocarros usados en las tareas agrícolas de los vecinos. Después de la procesión, se hace el sorteo de los puercos y un castillo de fuegos artificiales.

 

 

Se debe destacar la exposición que cada año, y con buena cosa de esfuerzo, nos presenta el Grupo Scout Mafeking.

 

 

La Candelaria

 

El mes de febrero empieza con la Candelaria. Si hace sol dice el refrán dice que pronto vendrá el verano, si hace mal tiempo, el invierno no tardará en irse: “Si la Candelària riu, ja ve l’estiu, si la Candelària plora, l’hivern està fora. I si ni riu ni plora, ni dins ni fora!!” (Si la Candelaria ríe, ya viene el verano, si la Candelaria llora, el invierno esta fuera. I si ni ríe ni llora, ni dentro ni fuera!!). Y es que se trata del día que cae justamente al medio del invierno... En las iglesias aún se bendicen y reparten pequeños cirios, candeletes, que el vecindario usa de muchas diversas maneras.

 

 

Hasta hace pocos años, aún mantenían la celebración de San Blas (el día 3) en la iglesia de Sant Miquel. Allí se repartía el panecillo y el cordón del santo que, decían, protegía a los que lo llevaban de los males de la gola.

 

 

Ahora, es la celebración del Mig Any dels Moros i Cristians la que centra las celebraciones del mes en los últimos fines de semana y des de los últimos años 70. La Sociedad de Festeros del Santísimo Cristo de la Agonía organiza un seguido de actos culturales y deportivos que culminan con un desfile informal y un concierto de música festera.

 

 

Carnaval

 

 

Suele ser por este mes cuando se celebran los Carnestoltes (Carnavales). Poco queda de la tradicional fiesta de las libertades previa a la restrictiva Cuaresma. Llegó a ser una fiesta muy importante en la población, donde hay documentados muchas restricciones legales por el uso de disfraces y por la circulación de las pandillas, por los barullos que se llegaron a producir al siglo XIX. Hemos llegado a tener Botargues (una mezcla entre los Tapats i las Carasses de las danses de la Foia de Castalla y los cubiertos con sábanas dels Serrans), y la imprescindible batalla de la harina. De esta Festa de Folls queda la memoria inmediata, porque se ha probado de rehacer diversas veces y en distintos puntos de la ciudad, con un especial interés per parte del vecindario del Poble Nou. Pero la cosa parece que solo ha cuajado a las escuelas, donde se hacen un seguido de pruebas a los alumnos, representaciones del juicio de la Cuaresma y del Carnaval y unas concurridos desfiles, a todos los barrios, en la tarde del viernes de Carnaval, que acaban con la quema de los muñecos de Carnaval.

 

 

 

 

La Cuaresma

 

 

El mes de marzo no puede escapar de la Cuaresma. Es el momento en que los platos hechos a base de pez pasan a dominar nuestras mesas. El primero de los días cuaresmales, el Miércoles de Ceniza, el vecindario aún acude a las iglesias, donde les recuerdan que venimos del polvo y al polvo vamos. Mientras tanto, a las escuelas especialmente, aún es recorta la figura de la Vieja Cuaresma. Una anciana enlutada, cargada de pez y verdura, que tiene la curiosa característica de poseer siete pies. Se trata de un calendario cuaresmal que se suele colgar en las ventanas de las casas. Cada sábado de Cuaresma se le tiene que arrancar un pie. Cuando se le quita el último, es ya el Domingo de Pascua, cuando dicen que ya se puede comer carne... Después, se tiene que quemar, que trae suerte... En los últimos años, la Cofradía de la Soledad ha editado centenares de figures que se han repartido más allá de nuestra comarca.

 

 

Sant Josep

 

 

Alrededor del día de San José, el 19 de marzo, y en la parroquia que lleva este nombre, el movimiento Júnior ha llegado a celebrar una gran fiesta, con danses, unos animados concursos de Play-back, concursos y otras actividades propias que culminan con la quema de la falla que instalan al patio de la parroquia. En estos últimos años han añadido una procesión en homenaje al patrón del barrio.

 

 

La Asociación de Vecinos de San José, alrededor también de la fecha del 19 de marzo, organiza una dansà por la calle del Músic Martínez Valls.

 

 

Semana Santa de Ontinyent y Pascua

 

 

El domingo posterior al primer plenilunio de la primavera, se celebra la Pascua Florida. Los días anteriores son conocidos como la Semana Santa, y a Ontinyent, se conmemoran con solemnidades públicas des del siglo XV al menos. La Junta de Hermandades y Cofradías de Ontinyent es la encargada de regular los actos de Semana Santa que tiene lugar en todos los barrios de nuestra ciudad y que conforman un muy complejo programa de actos. En los últimos años, esta fiesta ha vivido una pujanza muy interesante, basada en la recuperación de formas y costumbres propias de Ontinyent.

 

 

Ahora mismo son nueve las cofradías ontinyentinas, muchas de ellas de origen gremial: L’Oració de l’Hort (el paso de los Papeleros), Jesús a la columna i assotat pels botxins (el paso de los Labradores), l’Ecce Homo(la Capa de la Sangre o el Paso de los Carreteros y Vinateros, la más antigua de las entidades sociales ontinyentinas), La Santa Faç, el Nostre Pare Jesús Natzaré (el Paso de los Carpinteros y de los Obreros), la Dolorosa (el Paso de los Carniceros), el Crist de l’Expiració i Nostra Senyora del Patrocini, el Sant Sepulcre (el Paso del Textil) y la Soledat (el Paso del Ayuntamiento). De entre las figuras procesionadas cabe destacar justamente dos obras de Marià Benlliure: el Crist Jacent, entregado por los fabricantes textiles al Ayuntamiento en 1943, i la imagen de la Soledat, costeada por el consistorio el 1944.

 

 

 

Los actos empiezan con la presentación del Cartel y del Programa y el Pregón, y se continua con la procesión de la Sexta Estación, el Miércoles Santo y por las calles del barrio de San Rafael. El Jueves Santo tiene lugar al Barrio de la Vila la multitudinaria y espectacular Procesión del Silencio, organizada por la Expiració y la Cofradía de la Soledat. Los participantes, a oscuras, solo con antorchas y en total silencio, recorren nuestro barrio medieval en compañía de los tradicionales personajes bíblicos.

 

 

 

El Viernes Santo por la mañana, las procesiones de la Santa Faç i l’Expiració i el Patrociniconfluirán en la plaça Major donde, al mediodía, tendrá lugar el acto de el Encuentro Doloroso entre el Nazareno y la imagen de la Dolorosa. Por la tarde esta la procesión del Santo Entierro, en el que se usan matracas para regular el paso i aún hay cofradías que reparten caramelos entre el público.

 

 

El sábado por la noche es la Noche de los Panderos. Después de una cena, se junta en la plaza de la Vila todos aquellos que quieren quemar sus Viejas Cuaresmas y desfilar por las calles del barrio medieval con tambores, pitos, matracas y los “panderos”, rastros de latas y hierros atados de grandes cuerdas que son arrastrados y golpeados con palos por los chavales. Después de alborotar todo el vecindario, es costumbre abandonarlos a la puerta del Ayuntamiento... También se canta la canción de Resurrección:

 

 

“Ratetes, ratetes, eixiu del forat, que el nostre Senyor ha ressuscitat!”.
“Ous, ous, bones pasqües bon dijous. La gallina lloca, cova en la cassola, cou el ponedor. Bones garrotades al senyó rector...!!!”.

 

 

La segunda parte de la canción era entonada también por los niños y las niñas el Miércoles Santo, en el acto de laSalpassa, perdido hoy en día.

 

 

 

El Domingo de Pascua ha recuperado el 2006 un acto que desapareció en la tercera década del siglo XX, el Encuentro Glorioso entre el Cor de Jesús y la Mare de Déu de l’Esperança. Tiene lugar delante del Ayuntamiento, des de donde se lanzan miles de aleluyas con textos alusivos al acto. En recuerdo de la antigua disparada de arcabucería que acompañaba el encuentro, hoy se quema mucha pirotecnia.

 

Una de las características más interesantes de la Semana Santa es el uso de unos vestidos tradicionales llamados “Ròssegues”, usados por los Jurados de la Vila Reial en los tiempos de duelo municipal de la época barroca. Se caracterizan por sus largas colas, de unos tres metros. Actualmente han desaparecido las múltiples y coloristasròssegues antiguas, y solo pueden disfrutar de las negras del Paso de los Labradores.

 

 

Relacionadas con la Semana Santa hay un seguido de costumbres ontinyentinas bien interesantes. En determinadas escuelas aún se conserva la tradición de elaborar las “Creus d’Ous” (Cruces de Huevos). Sobre el suelo, se crean unas figuras hechas con huevos y complementados con tierras de colores i otro tipo de elementos, como ahora plantas. Como complemente de los lujosos altares parados el Jueves Santo en las iglesias, aún podemos ver los “maios”: Brotes de legumbres criados en obscuridad total y que muestran una blancura extraordinaria.

 

 

Y se tiene que mencionar el costumbre del “dejuni de les campanes” (Ayuno de las campanas). Las campanas de la torre de l’Assumpció, el Campanar de la Vila, dejaban de tocar después de la misa de Jueves Santo y no volvían a voltear hasta la Gloria del Sábado Santo en señal de duelo. Los campaneros ataban lazos negros a las cuerdas y las lanzaban fuera de la torre. Esta costumbre, la ha retomado la Colla de Campaners, i la ha extendido a todas las torres de la ciudad. Mientras las campanas no suenan lo hacen en su lugar les Trebanelles, unas enormes matracas de madera.

 

 

Por la tarde del Domingo de Pascua Florida, es costumbre comer en pandillas o en familia, en las casas de campo o en lugares emblemáticos del término, la mona de pascua, acompañada de chocolate o longaniza pascuera... Para romper el huevo, aún se utiliza la antigua fórmula que dice:

 

 

“Ací em pica, ací em cou, ací em mege la mona.... i ací et trenque l’ou!!!!”.

 

 

Y aún se bailan canciones como la de “la Tarara” y “Ai xúmbala”.

 

 

El domingo posterior a Pascua, en la víspera del día de San Vicente Ferrer, se celebra la procesión dels Combregars que recorre la ciudad para dar la comunión a los enfermos.

 

 

Comuniones y Santa Rita

 

 

El mes de mayo se inicia con la bendición de los campos el día de la Santa Creu (Santa Cruz) (día 3). En ocasiones, algunos colegios aún hacen, a imitación de Valencia, cruces de flores.

 

 

Ahora mismo, mayo es el mes de la primera comunión, de los niños y las niñas. En la parroquia de Santa María, para presidir estos actos y el resto de los celebrados en este mes (como les Bodas de plata y de oro de los matrimonios de los parroquianos), se traslada en procesión la figura de la patrona de la ciudad, la Puríssima Concepció. Cuando acaba el mes, se devuelve a su Capilla real y pontificia.

 

 

El día 22 se celebra Santa Rita. La Asociación de Amas de casa da a bendecir al templo de Sant Carles rosas que después se reparten entre los asistentes. Los numerosos fieles ontinyentins de esta santa cuelgan colchas con su imagen y realizan un seguido de actos festivos.

 

 

Pentecostés

 

 

El día de Pentecostés, la Pascua Granada, celebrada cuarenta días después de la Pascua Florida, concitaba antes una fiesta extraordinaria de la Puríssima Concepció con cantos públicos, las Salvetes, y una subasta de productos... Ahora ha desaparecido toda celebración. El lunes siguiente era el momento de peregrinar a la ermita de Sant Esteve, un acto que, ahora mismo, ha sido trasladado al mes de julio.

 

 

También hemos perdido la Fiesta del Xop , levantamiento de un álamo tal y como es costumbre ahora mismo a pueblos de la Vall como son el Palomar o Benigànim. En Ontinyent se levantaba en la víspera del día de la Santíssima Trinitat en la plaza que hay cerca de la antigua ermita y portal de la Trinidad, al final de la Calle Major de la Vila, i hasta los últimos años 50.

 

 

Corpus Christi

 

 

El Corpus Christi fue la fiesta más lucida del Ontinyent barroco. A través de ella, el consistorio mostraba el poder económico de la Vila Reial con el patrocinio de entremeses,danses, rocas, obras de teatro y desfiles como la histórica “Entrada del Rei Redoles”. Los gremios se añadían a la espectacularidad de la fiesta con la creación de danses.

 

Toda aquella espléndida celebración sufrió una grave crisis en los años 20 y 30 del siglo XX que hizo desaparecer buena parte de los elementos festivos existentes.

 

 

Ahora mismo, después de distintos procesos de recuperación empezados el 1981, cuentan con cinco danses. El Ball dels Cavallets es el último de los recuperados y representa la lucha entre los soldados de las antiguas “milícies efectives” forales de Ontinyent contra los piratas Barbarescos que asaltaban las costas de la Marina. La música del baile y del pasacalles es original de Saül Gómez. El Ball de la Veta sigue el sistema de los bailes de granadas y alcachofas valencianas. Arriba del palo hay una bola de claveles que representan la señera cuatribarrada propia de la Vila Reial. Los alumnos del Colegio Bonavista son los encargados de bailarla. También son ellos los responsables de hacernos llegar el Ball dels Arquets, una modalidad muy extendida en las comarcas valencianas que, en Ontinyent, guarda unas características muy definitorias. Participan niñas y niños, vestidos con unas bellas ropas blancas y azule. La dansa es muy solemne y se interpreta, como las anteriores, con tabal y dulzaina.

 

 

 

Los bailes más significativos de Ontinyent, ya que llegan a ser representantes simbólicos de la ciudad, son los dels Cabets i Gegants. La Asociación de Gegants i Cabets es la encargada de hacerlos danzar ahora, en las fiestas de la Puríssima y en las visitas que realizan muy a menudo fuera de Ontinyent. Las figuras son municipales y fueron rehechas y actualizadas el 1992, por más que la tradición proviene del siglo XVII.

 

 

 

Els Cabets son ocho figuras que danzan un baile propio basado en músicas tradicionales de las comarcas de la Sierra de Mariola interpretadas con dulzaina y tabal. Son el Rei dels Cabets, el Tinyós, l’Home de les dues cares, els Cabets del Tricorni, el Barret verd i el Barret en puntes, el Gros i Popeie.

 

Es tradición ancestral el correr delante dels Cabets y chillarles y entonando su apodo:“Orelluts, orelluts...”

 

 

Els Gegants de Ontinyent, solemnes y queridos como pocos, representan las tres culturas que vivían antiguamente a la Vila Reial, y las tres edades del hombre. Así, son tres parejas: Els Reis Cristians, els Reis Moros (els Auelos) y, des de octubre de 2006, els Reis Jueus. Danzan un pasacalles y un baile propios, obras de Francesc Tortosa, interpretadas por grupo de música antigua “Menestrils”, con chirimías,gralles y sac de gemecs.

 

 

Las salidas dels Gegants i Cabets son siempre multitudinarias. Desfilan tanto el día del Corpus y la Puríssima, encabezando las procesiones, y en las respectivas vísperas, cuando hacen la función de anuncio de la fiesta.

 

 

En la procesión del Corpus es costumbre elaborar preciosos altares de calle, encima de las cuales se celebra la adoración de la Eucaristía.

 

 

 

 

Nit de Sant Joan, Fiesta del Cúgol y Sant Pere de Verona

 

 

El fin de semana más cercano al 24 de junio, la Asociación de Vecinos de Sant Rafael organiza la fiesta de la Nit de Sant Joan con un espectacular correfocs llevado a término por la propia Colla de la Asociación. Se quema una hoguera y tiene lugar una verbena. Antes, la fiesta se celebraba a los alrededores del antiguo convento de Sant Joan y Sant Vicent, donde ahora encontramos la popular plaza de Sant Domingo, hasta hace pocos años se ha hecho una hoguera y verbena. Las magias y ordalías que tradicionalmente se hacían en esta noche mágica aún están bien vivas en la Ciudad. Muchas de las hogueras particulares que se hacen se empiezan con la Flama del Canigó.

 

 

Una de les fiestas más arraigadas en Ontinyent es la de la partida del Pla, la Fiesta del Cúgol. Una de las pocas fiestas de recolección valencianas, que toman el nombre de los tallos comestibles de los ajos secos, las cabezas de las cuales se dejan debajo de la tierra para que engorden. Antes se celebraba en el oratorio de las casas de Bella, y ahora en la ermita de Sant Josep del Pla. Cabe destacar la danzada y la verbena, además de la procesión. Suelen representarse sainetes.

 

 

Desde los años 90, se ha retomado al barrio de la Vila, la vieja fiesta a un de los patrones antiguos de Ontinyent, Sant Pere de Verona. Se celebra, como la del Pla, en un de los últimos fines de semana de junio. Cabe destacar la retreta y la danzada que se hace entre la plaza de Sant Roc y la de Sant Pere.

 

 

Sant Cristòfol, Sant Esteve... y la Publicación

 

 

El mes de julio ha ido olvidando fiestas antiguas, como la que se celebraba a los Sants Abdó i Senén, els Santets de la Pedra, pero también es capaz de crear nuevas celebraciones públicas, como ahora las cenas de empresa, y las interesantes cenas de comparsa, los sábados por la noche, que preludian a los cercanos Moros i Cristians.

 

 

Los tantos conductores que hay en Ontinyent celebran su patrón Sant Cristòfol el sábado más cercano al 10 de julio. Hay una procesión y un muy concurrido desfile de vehículos, que son bendecidos en pasar por delante de la figura del santo y que pasean toda la ciudad haciendo sonar sus cláxones. La fiesta suele acabar con una mascletada.

 


El penúltimo sábado de julio es el dedicado aSant Esteve. Sus Llumeners ya han hecho la presentación de su Reina de Fiestas y de la Corte de honor, y el pregón, en una cena previa, i deciden por el sábado la encendida de una hoguera, al barrio de Sant Rafael, en recuerdo de la antigua “falla” que se encendía cada anochecer en la ermita. Mientras tanto, esta antigua “llum de Sant Esteve” es rememorada eléctricamente allá en el templo de la Serra Grossa. Antes se hacía una retreta que recorría buena parte del pueblo.

 

 

El domingo por la mañana se empieza la romería de Sant Esteve, un acto que ahora mismo se suele hacer con coche, pero que cuenta cada vez con más gente que vuelve a subir a pie. Cuando se reza el Rosario en la explanada de la ermita, hay una misa i un buen almuerzo. Seguidamente empieza un “Festival Folcklòric Muntanyer, con carreras de sacos, cucañas, canciones y recitación de poemas.

 

 

El último fin de semana, en sábado, tiene lugar el acto de la Publicación de Fiestas de Moros i Cristians. Hay un desfile de los festeros hasta a la plaza Major. Allí delante, se presenta a la población que serán los cargos festeros de este año. Los anteriores cargos dan las señales de mando a los nuevos capitanes, embajadores y bandereros. Después del discurso del Presidente de la Sociedad de Festeros, el Alcalde le entrega las llaves de la ciudad. Con las palabras del Jurado en Cabeza: “Dames i Cavallers. Estem en Festes!!” los ontinyentins sabemos que ja ha empezado el ciclo morocristiano.

 

 

Moros y Cristianos en honor al Cristo de la Agonía

 

De la antigua fiesta de la Mare de Déu Gità, titular de la parroquia más antigua, i hecha de procesiones y músicas preciosas, solo queda la misa mayor y el Repiquet que se hace sonar con las campanas del Campanar de la Vila.

 

 

 

Ahora mismo, la fiesta que centra toda la atención es la dels Moros i Cristians en honor a una de las abogacías más tradicionales y simbólicas de la ciudad, el Santíssim Crist de l’Agonia. Están consideradas de Interés Turístico, i a pesar de no tener la consideración de Fiesta Mayor, sí que se trata, sin lugar a dudas, de la fiesta más multitudinaria.

 

 

Els Moros i Cristians en Ontinyent tuvieron una representación propia en la época barroca, ligada a la disparada y el nombramiento de capitanes para la fiesta de la Puríssima. Esta celebración de soldadesca desapareció pronto, i fue el 1860 cuando los miembros del Casino Liberal, con la colaboración del Ayuntamiento, comenzaron la fiesta importando los vecinos modelos mariolencs para generar una fiesta estival, a celebrar entre la siega y la vendimia al campo, y de carácter popular.

 

 

 

Ahora mismo son veinticuatro comparsas las que organizan la fiesta. El bando cristiano esta formado pels Almogàvers, Asturs, Llauradors, Cides, Mariners, Bucaners, Estudíants, Gusmans, Arquers, Cruzados, Contrabandistes i Fontanos. El bando moro cuenta en sus filas als Moros Espanyols, Saudites, Mudèjars, Mossàrabs, Taifes, Moros Berberiscos, Moros Marinos, Xanos, Omeies, Benimerins, Abencerraigs i Kàbiles. La estructura festiva se organiza de tal manera que las primeras comparsas ostentan la Capitanía anual de todo el respectivo bando, y las que hacen siete nombran a los Embajadores y Bandereros. Los cargos son renovados cada año. La comparsa primera pasa a ser la última el año siguiente.

 


Las fiestas suelen celebrarse seis días alrededor del último fin de semana de agosto, y empiezan el domingo anterior con el desayuno de la Lágrima y el Pregón de Fiestas-Presentación de Cargos. En los días que siguen, la Semana Grande, se organizan distintas actividades lúdicas. El jueves tendrá lugar la entrada de Bandas de Música, que concluye con la interpretación conjunta del himno oficioso de fiestas y de la ciudad, la marcha mora “Chimo” del Maestro José María Ferrero. Por la noche tienen lugar los Alardos, un muy concurrido desfile de disfraces. El viernes por la mañana esta la Entrada Infantil, y por la tarde la Entrada Cristiana y la Entrada Mora. El sábado empieza con la primera diana y sigue con el acto del Contrabando y, des de hace pocos años, con la inauguración del Mercado Medieval instalado al barrio de la Vila.

 


Por la tarde se hace la Bajada del Cristo, el acto más singular, junto al Contrabando, de las fiestas ontinyentinas. Por la noche, i como a recuerdo de la antigua Nit del Riu se hace un correfoc, algunas comparsas desfilan en retreta, se dispara un castillo de fuegos artificiales i hay una actuación musical. El domingo esta la diana de gala, la misa mayor, el homenaje a los ancianos del Hospital de Beneficencia y la procesión. El lunes es el turno de los disparos de arcabuces y las embajadas. El martes empieza el novenario al Cristo, y siempre ha sido un día de descanso conocido como de l’Eixabegó.

 

 

Subida del Cristo

 

 

Arranca el septiembre con el Día de la Creuà dels Moros i Cristians. El primer domingo esta la misa de dobla y la Subida del Cristo a la ermita de Santa Anna, el acto que cierra, con un castillo de fuegos, las fiestas morocristianas.

 

 

Romería de Agres

 

 

Ontinyent, des de hace siglos, ha tenido una devoción especial por una marededéu foránea, la del Castillo de Agres que, en 1600 se dice que curó a la población de una de las más duras pestes sufridas. Por eso, son muchos los vecinos que peregrinan a pie hasta aquella vila mariolenca. Parece ser que, en principio, esta romería de Agres tuvo un cariz formal i todo un desarrollo protocolario que hemos perdido del todo. Con la llegada del tren hace un centenar de años se produjeron las peregrinaciones más masivas. Ahora, ha sido el auge del interés social por hacer deporte ligero, y por mantener las tradiciones, lo que ha hecho que vuelva a crecer este interés por peregrinar des de las poblaciones vecinas a Agres. A Ontinyent le toca el turno una semana después de la Subida del Cristo, i aún es bien escuchada el dicho que dice:

 

 

“A la Fira no vages si no tens diners, i a la Mare de Déu d’Agres si no ho has promés”.

 

 

A partir de esta romería, nació durante el siglo XIX la Fiesta del Camí dels Carros. Cerca de la antigua torre Albarrana hay un panel de ladrillos con la efigie de la Mare de Déu d’Agres y el pastor que la descubrió y a quien ella restituyó el brazo. Delante de ella se ha montado unporrat i se acostumbra a hacer una retreta, una danzada, fuegos artificiales y una verbena. Además, recientemente, se ha creado un personaje propio, el gigante Gaspar Tomàs, en recuerdo de aquel pastorcillo de Agres, i que es llevado en un pasacalle por las calles más cercanas. La fiesta tiene lugar en la víspera de la romería.

 

 

Fiestas del barrio de Sant Rafael

 

 

I desde 1964, el barrio de Sant Rafael cuenta con una Fiesta Mayor, la dedicada a el arcángel que le da nombre. Suele celebrarse en dos fines de semana, alrededor de la fecha del 29 de septiembre. El primer grupo de pruebas deportivas como el conocido “Cross de la Manta” y la presentación de la Reina de las fiestas.

 

 

Los días grandes empiezan el viernes siguiente con un concierto de música de banda. El sábado esta la matinal infantil, con una dansà dedicada los más pequeños y el pasacalle de laPluja de caramels. Por la tarde se celebra una multitudinaria retreta en la que participa un personaje entrañable, el Cuc. Y la noche, anterior de la verbena hay una gran danzada. El domingo se empieza con la despertada, y se continua con la ofrenda de flores y la misa mayor. Al mediodía se dispara una potente mascletà y por la tarde se hará la procesión y el castillo de fuegos artificiales.

 

 

Sant Rafael, el Llombo y Aplec de Gegants i Cabets

 

 

Octubre acoge los últimos días de la Festa de Sant Rafael y, alrededor del día 9 de octubre, los actos de la Festa del Llombo. Este barrio se engalana de señeras para celebrar, además del día de los Valencianos, la propia celebración de barrio, nacida a partir de la existencia de una calle dedicada a Jaume I el Conqueridor. Hay un interesante concurso de ornamento, concursos gastronómicos, pasacalles... El día 9, tendrá lugar la dansà y el disparo del castillo de fuegos de artificio.

 

 


El 9 de octubre se celebra des de hace unos años de manera oficial también por el Consistorio, que se desplaza, después de celebrar un acto institucional, a alguno de los barrios de la ciudad para conmemorar la fecha con un convite al que se invitan a entidades locales.

 

 

Cada cuatro años, i des de 1994, tiene lugar a Ontinyent un Aplec de Gegants i Cabets en el que se acogen numerosas figuras venidas de muchos sitios en un acto de hermanamiento que es un obsequio al vecindario de la ciudad por el aprecio que han mostrado siempre hacia sus figuras.

 

 

Todos los Santos y Santa Cecília

 

 

Noviembre y Tots Sants van bien relacionados. El día 1 es costumbre visitar el cementerio de Ontinyent para adecentar las tumbas de los vecinos difuntos i decorarles con flores. Es el momento de comer la tradicional fogassa (hogaza), una toña de pasta hecha con semillas y decorada con nueces y almendras. También es bien tradicional el desplazarse a la vecina Feria de Cocentaina, una de las festividades comerciales más espectaculares de nuestras comarcas.

 

 

Les tres bandas de música de la ciudad celebran un seguido de actos propios, como ahora la entrada de educandos y audiciones, en ser que se acerca la fecha del 21 de noviembre, dedicado a la patrona de la música, Santa Cecília. El acto principal suele ser un gran concierto en que cada una de las entidades muestra el mejor de sus esfuerzos educativos y artísticos.

 

 

La Feria de Ontinyent

 

Cuando llega el tercer lunes de Noviembre, con el fin de semana que le precede, esta una de les fechas más esperadas por los ontinyentinas y los ontinyentins, la Fira. Est mercado, centrado ahora en paradas de mil productos i en toda una numerosa lista de atracciones mecánicas, nació por privilegio real el 1418 y motivó un seguido de enfrentamientos históricos con las vilas de Albaida y de Cocentaina por la fijación definitiva de fechas, ya que la celebración de una Feria con condiciones de éxito era indispensable para el sostenimiento de la economía local durante centurias.

 

 

 

Ligada a la feria y al mes de octubre encontramos una de nuestras más estimadas tradiciones culinarias, la Coca de Fira, hecha sobre pasta seca, con tocino, longanizas, nuestras tan estimadas butifarras de cebolla, y con un ingrediente muy especial: las pebrassos (setas), las setas que los expertos buscadores de Ontinyent encuentran en estas semanas otoñales, tanto por el territorio, por el del vecindario e incluso muy lejos de la ciudad.

 

 

Ligada al lunes de Feria, y hasta hace pocos años, se desarrolla el último resto de les Festes de Folls de Ontinyent: la celebración de los Quintos, que paseaban, todos pintados y con sombreros, repartiendo versos a cambio de dinero. Con la desaparición del servicio militar obligatorio también acabó la costumbre.

 

 


Cuando la Fiesta Mayor de Ontinyent, la de la patrona Inmaculada Concepción, se ceñía estrictamente a los días de la celebración de su novena, la conmemoración se iniciaba el día de Santo Tomás, el 30 de noviembre, con el canto de la maravillosa melodía de “L’Anunci Angèlic” por parte dels Angelets, niños y niñas que entonaban nuestra joya patrimonial más apreciada. Ahora, con la celebración de los principales actos en fin de semana, el Cant dels Angelets ha pasado a tener lugar la semana anterior a la Feria y como preludio del pregón de las fiestas.

 

 

Els Angelets es de lo mejor que ha ofrecido Ontinyent al panorama festivo valenciano. El canto, supuesto de 1660, es acompañado de esta letra:

 

 

Hui del cel nova ha aplegat,
que Ontinyent amb devoció
festeja la Concepció
de Maria sens pecat. 

Vos faig saber que este día
tota la Cort Celestial
en Majestat sens igual
festeja també a Maria 

Animeu-vos puix Cristians
i a la que és Mare de Déu
festejeu i alcançareu
de son Fill mercés molt grans 

Com és fill tan encumbrat
el qui a sa mare honrarà
en el Cel li ho pagarà
fent-lo benaventurat.

 

 

Y cuando acaba l’Anunci Angèlic, alguien lanza el imprescindible vítor, el Visca la Puríssima Concepció!! que respondemos todos con un “Visca” potente, seguido por otro grito nada solemne, pero bien arraigado, venido del recuerdo de los años en que la cercana fiesta del toro corría el peligro de no celebrarse: Bou! Bou a la Vila!

 

 

El Bou de Ontinyent

 

Y es que, Ontinyent, sin el Bou de la Puríssima, no seria lo que es.

 

Antes, había muchas fiestas de toros como esta, embolado y llevado con cuerda, y otras modalidades aún, pero es la de la Puríssima la única ocasión que se ha mantenido, y con fuerza. El primer fin de semana de diciembre, y por la tarde, tres toros recorren, consecutivamente, las calles del pueblo, des del Camí dels Carros pasando por la Cantereria, el pont Vell, la plaza de Baix, la plaza de Dalt o del Ajuntament y el Ravalet. Uno de ellos, cada día, es subido a pasear por las calles y callejones sin salida de la Vila. Todo un gozo para los centenares de corredores i millares de asistentes a una de las citas más interesantes de nuestro calendario. La ciudad se transforma por unas horas y se llena de una alegría especial que solo puede sentirse en estas pocas horas. Toda una experiencia el correr, el mirar como corren, el acercarse al animal, el botar la cuerda delante de los cuernos y el entonar, junto a tantas voces, la canción más acostumbrada para citar el animal:La Xata Merenguera, huit, nou, deu...

 

 

El día anterior, el viernes, y en la plaza Major, delante del corral improvisado a las puertas del mismo Ayuntamiento, tiene lugar el acto de la Embolada. Las astas de los tres toros son recubiertas por las bolas que evitarán el día siguiente incidentes serios. Todo un arte centenario que, ahora mismo, continúan manteniendo bien vigente els Amics de la corda del Bou, digno de contemplar de todas todas.

 

La fiesta del Bou se completa con la suelta, el sábado por la mañana, de una vaquilla o un becerro, destinado a que los más jóvenes vayan tomando contacto con la fiesta, i con la degustación del plato más típico de estas fechas, la cassola d’arròs al forn...

 

El fin de semana acoge también, el domingo por la mañana, la ofrenda de flores a la patrona. La imagen de la Puríssima es obsequiada con ramos y cestas por las diferentes instituciones y asociaciones de Ontinyent que así lo deseen.

 

 

Fiesta Mayor en honor a la Purísima Concepción

 

Los días 7 y 8 son aún los más grandes de Ontinyent, nuestra Fiesta Mayor a la patrona única i canónica de la Vila Reial i Ciudad. Tiene lugar des de 1642 y es vivida con la mayor solemnidad. En la tarde del día 7, noche de Víspera, esta la celebración de la Retreta y la Salida más multitudinaria del año dels Gegants i Cabets por las calles mayores de la Vila y del Raval. Por la noche, se celebra la más antigua y solemne de les danzadas ontinyentinas.

 

El día de la patrona empieza de buena mañana con el volteo de la campana que lleva su nombre, anunciando la Misa de Descubrir al templo de la Asunción. Un todo de actos religiosos siguen a este, adornado con un Rosario público por las calles mientras, de fondo, va escuchándose el comienzo de la despertada, con buena cosa de cohetes.

El Repiquet de la Puríssima, desde el Campanar de la Vila, precede la Misa Mayor Pontifical, a la que seguirá una mascletada.

 

 

Por la tarde esta la procesión general, encabezada por els Cabets i els Gegants, y seguida por los bailes dels Arquets, de la Veta y dels Cavallets. Cuando la imagen de la Puríssima esta en la puerta del templo mayor, se dispara un castillo de fuegos artificiales.

 

El sábado posterior, recoge la celebración de un acto ahora institucional y antes popular. Un recolecta para la financiación de la fiesta que se conoce como “L’Asguinaldo”. Antes, comenzaba por Sant Esteve, el 26 de diciembre, y des del siglo XVIII consistía en la visita del cura o el beneficiado responsabilizado casa por casa, sin dejar ningún masía, heretat o finca del amplio término, acompañado de un reducido y cambiante nombre de músicos y cantores, dos farolillos, un estandarte con la efigie de la patrona y una muchedumbre de niños... Cuando llegaba a una casa se hacía la pregunta de rigor: - Què volen; cants o responsos? Si estaban de duelo, solo se rogaba, y en el caso contrario, se entonaban algunas de las muchas coblas existentes, o se inventaban otras nuevas, como cuando los regidores improvisaban en las visitas de la comitiva al Ayuntamiento (documentadas sólo a partir de 1886). En obsequio a la Puríssima, no faltaba el maíz, o las ristras de ajos, o bien el dinero. Ahora, es una visita protocolaria de la Junta de Fiestas a determinadas instituciones ontinyentinas como el Ayuntamiento. Estas son las más conocidas de las coblas.

 

“Recibiu-nos" en el cel, Puríssima Concepció .
Blanca volveta de neu, colometa sense fel,
endus-te el meu cor al cel nyugat en un rínxol teu.
Lliura-lo Mare de Déu d'este lloc de temptació. 

“Recibiu-nos" en el cel, Puríssima Concepció.
Oh què content que estaria, el bou en el pessebret
al vore al bon Jesuset en los braços de Maria!
la mula no tiraria, coces en tal ocasió. 

“Recibiu-nos" en el cel, Puríssima Concepció .

 

A la mañana siguiente, la imagen de la Puríssima, después de la misa de dobla, es llevada a su capilla, cosa que supone la finalización de las fiestas.

 

 

Navidad, los Inocentes y l'Home dels Nassos

 

Y en poco tiempo, ya estamos en Navidad, el tiempo de cantar las canciones de alabanza por el nacimiento de Jesús que hemos heredado y de pedir las correspondientes estrenes, además de comer los turrones y todos los dulces tradicionales que aún podemos encontrar tanto en las tiendas como hechos de manera casera. La nochebuena, las parroquias suelen invitar a mistela, cacahuetes y altramuces cuando se acaba la Misa del Gallo.

 

Antiguamente, a la Assumpció, tenia lugar el Cant de la Sibil·la, la interpretación de una melodía milenaria a través de la cual la adivinadora Sibil·la profetizaba el fin del mundo y la nueva venida de Jesucristo. Este magnífico canto se vuelve a interpretar por Navidad i des de 1999. Va a cargo del grupo de música antigua “Menestrils” y un gran número de colaboradores. En medio, se canta y interpreta la Dansa de la Mort, una versión con letra de Sergi Gómez y arreglos musicales de Francesc Tortosa a partir de los textos y las imágenes antiguas de la danza de Morella.

 

Y el año, acaba con las bromas del día de los Inocentes, el 28 de diciembre, y con la visita especial de todo un personaje el día 31, el de Fin de Año. L’Home dels Nassos aún viene a Ontinyent, tan atareado como va, per hospedarse en la ciudad por unas horas. Es habitual aún llevar a los niños y las niñas a buscarlo, ya que es curioso que, como dice la costumbre, “tinga tants nassos com dies queden en l’any”. Todo el mundo tiene ganas de verlo, y hay quien dice que ha llegado a hablar con el y todo...