Una de las fiestas más tradicionales de Catalunya es la que honora el patrón de los tocineros y arrieros.

La festividad de Sant Antoni es el 17 de enero, en plena “Semana de los Barbudos” (junto con San Sebastián y Sant Vicenç), que, según manda la tradición, traen barba porqué es la semana más fría del año.

Antiguamente, cuando el oficio de arriero estaba a pleno rendimiento, era fiesta gorda para todos aquellos que se dedicaban y hacía falta limpiar los adornos hasta hacerlos parecer de oro, adornar los carros de manera bien original y hacer que los animales parecieran los más espléndidos. Era una fiesta esperada por todo el mundo (oficio, bendición y baile) con mucha participación puesto que muchas de las casas de Rubí, pese a no dedicarse al oficio, disponían de carro y animal para las tareas del campo. Recordemos que Rubí era mayoritariamente agrícola (“Rubí noies maques i bon vi”, por ejemplo) y no era demasiado difícil equiparse para participar en la pasacalle y la bendición.

La Sociedad de Sant Antoni Abat de Rubí fue fundada hace casi 150 años y se ha encargado desde esta fecha de organizar la Fiesta en honor del Santo Patrón. Esta actividad ha tenido lugar todos estos años, interrumpida tan sólo por el paréntesis de la guerra civil. Ha estado una de las entidades de Rubí que ha contado con más socios, siendo en la actualidad unos 450 (sin distinciones por edad, sexo ni nacionalidad) cosa que nos permite continuar desarrollando las actividades en nuestra sede social, el Casino Español, que tiene un aforo limitado.

Durante los años 60 y 70 los elementos del campesinado tradicional fueron desapareciendo y nos vimos en la obligación de utilizar tractores y mucha imaginación para mantener la Fiesta. Afortunadamente durante los años 80 se reavivó y la Fiesta en Rubí tomó el cariz que nos es familiar con un programa de actos con pequeñas variaciones puntuales.

La próxima edición de la Fiesta de Sant Antoni Abad, conocida popularmente en Rubí como “Fiesta Mayor de Invierno” por el eco popular y participación de la que disfruta, tiene lugar el último fin de semana de enero.

El Carnaval es una de las fiestas populares por excelencia del calendario festivo de Rubí.

El Carnaval fomenta el arte efímero en su vertiente colectiva, la participación ciudadana y la promoción de la implicación de asociaciones y colectivos culturales, así como el uso del espacio público como lugar de interacción entre los ciudadanos.

Las Ruas devienen escaparate de la vitalidad de la ciudad y el espacio público de la ciudad se transforma en un escenario teatral para que la ciudadanía salga a la calle. 

La Diada de Sant Jordi conjuga tradición y modernidad, ya que dirige la mirada hacia atrás, hacia las tradiciones, al tiempo que las reinventa mediante las actividades infantiles, las conferencias literarias, los talleres, las sardanas y, especialmente, a través del acto más característico de esta fiesta: las paradas de libros y de rosas.

El Sant Jordi en Rubí tiene como objetivo primordial acercar al conjunto de la población las fiestas tradicionales catalanas y los elementos tradicionalse rubinenses, así como los libros y la literatura, con el fin de unir cultura y tradición popular, y continuar siendo una fiesta de referencia en nuestra ciudad. Por tanto, se convierte en lugar de encuentro entre la cultura y los ciudadanos y, con el fin de estimular y fomentar la lectura entre todos los sectores de la población para incrementar el nivel cultural, durante todo el mes de abril diversos espacios de la ciudad, como la Biblioteca Metre Martí Tauler, el Teatre Municipal La Sala, el Museo Municipal Castell o el Ateneu Municipal, etc., acogen numerosas actividades entorno a la literatura y la lengua.

El Ayuntamiento refuerza durante este mes la programación cultural en torno al libro, apostando con la sexta edición del programa del Fomento de la Lectura, en un año especial ya que conmemoramos el centenario del nacimiento de Salvador Espriu.

La agrupación “Els Xatos“ era una de las más populares y características de la Barcelona ochocentista que cada año, por las fiestas de Pascua Granada, iba en romería a la ermita que custodia la capilla de su patrón, Sant Muç.

Esta ermita está situada en las afueras del casco urbano de la ciudad de Rubí. A principios del s. XIV ya era venerado como Santo y su ermita fue una de las más populares de los alrededores de Barcelona y todavía conserva buena fama por los innumerables favores concedidos por el glorioso Santo a todos los pueblos de la rodalía. De la devoción que difundió son testigos los numerosos ex-votos que se han conservado hasta ahora.

Actualmente es una de las dos fiestas locales y está organizada por el Esbart Dansaire de Rubí, con la colaboración del Ayuntamiento y otras entidades culturales de la ciudad: Foment de la Sardana, Cor Unió Rubinenca, Colla de Geganters de Rubí, Parroquia de Sant Pere, Asociació Recreativa i Cultural La Rubinenca y la Unión Extremeña de Rubí.

Verbena de San Juan, 23 de junio

En la tradicional verbena de San Juan está la Recepción de la llama del Canigó, la correspondiente lectura del manifiesto y el pasacalle de la llama.

También está el encendido de la hoguera, el arrabal de fuego y el tradicional baile de orquesta.

La calle de Sant Jaume es una de las calles más antiguas del núcleo urbano de Rubí, situada en el centro de la nuestra ciudad paralela a la calle Francesc Macià.

El inicio de nuestras fiestas se remontan alrededor del 1845 (son las fechas a las que pertenecen las primeras fotografías y los primeros documentos escritos), cuando una mitad de la calle Sant Cugat que pertenecía al municipio vecino consiguió la segregación y empezaron a ser rubinenses, los vecinos de la calle Sant Jaume organizaron una fiesta. Desde entonces, ésta es la única que todavía hoy se mantiene y que no ha parado ni en los momentos de falta de libertad de expresión y de reunión que prohibieron estos actos de manifestación popular. 

Durante 4 ó 5 días del mes de julio, con motivo de la festividad de San Jaime, nuestra pequeña calle se convierte en un decorado sobre un tema escogido y se llena de imaginación. Las fiestas desde siempre han lucido por sus adornos, antiguamente hechos con flores naturales que los mismos vecinos iban a buscar al bosque. A medida que van pasando los años los adornos van cambiando: Walt Disney, Venecia, las vacas locas, la China, México, el infierno, el espacio... Los materiales también han ido evolucionando, de las flores del bosque al porexpan, la fibra de vidrio, materiales de reciclaje...

A lo largo de este tiempo, los vecinos han salido a la calle a fomentar valores tan importantes como la defensa de la cultura catalana, la convivencia, la tolerancia, y la solidaridad, combinándolos con actividades de tiempo libre, de cultura, de ocio y de recreo. 

Nos cuenta la tradición que Sant Roc, nació en Montpeller en el siglo XIV y vino a Barcelona para curar a enfermos de peste. Fue entonces cuando se contagió de la enfermedad. Todo el cuerpo se le llenó de heridas que le supuraban. La familia con quienes estaba, por temor a ser contagiados, lo echaron de casa. Enfermo y sin fuerzas quedó arrinconado en un extremo de la plaza Nova de Barcelona. Un perro que pasaba por allí, se compadeció del pobre hombre y lamiéndole las heridas lo curó. Desde entonces jamás se separaron. A Sant Roc, se le reconocen innumerables curaciones e incluso se resucitó a muertos de la peste.

A raíz de estos hechos, desde mediados del siglo XVI, los rubinenses hicieron un voto de pueblo y celebraban una misa anual el día de la festividad, aprovechando que los payeses ya habían hecho la batida del trigo y todavía no trabajaban la viña.

En Rubí, el año 1854 se fundó la Germandat de sant Roc de Socors Mutus. Sus impulsores fueron el cura Baltà, como rector; Pau Roca, como alcalde del momento y Joan Llugany. Cada año celebraban una misa, después salían en procesión por las calles de Rubí, con el encabezamiento del abanderado de la hermandad. Al anochecer, se organizaban diferentes bailes en los locales del momento. En 1933, la prensa local habla de la Fiesta de Sant Roc, como la segunda Fiesta Mayor. Con el conflicto bélico, las hermandades rubinenses que había se fusionaron, como la Fraternitat, la Igualtat, Nostra Senyora dels Dolors y otras, que se convirtieron en la Unió Mutual Rubinenca, encargada de la organización de la fiesta de Sant Roc.

Actualmente, para facilitar la participación del mayor número posible de ciudadanos, esta celebración se ha trasladado al segundo fin de semana de septiembre. Organizada por las entidades que forman la Taula de Cultura Popular di Tradicional de Rubí y el Ayuntamiento. Entre los actos destacados que se organizan para esta fiesta tenemos: el encuentro de Puntaires, los Gegants, los Versots, una audición de Sardanas, el baile de noche, la Tronada de Sant Roc, la Xerricada, actividades infantiles, y habaneras.

Sant Galderic era antiguamente el patrón de los labradores (antes de St. Isidre) y Rubí celebra esta fiesta de forma especial el primero o segundo sábado de octubre. 

La feria de St. Galderic, organizada por la entidad con el mismo nombre (Sant Galderic) se celebró a Rubí por primera vez el año 1995 .

Fruto de una idea surgida entre la gente del mundo del arte y algunos de los pocos labradores que todavía quedaban a Rubí (ciudad con un pasado principalmente agrícola (-'A Rubí, noies maques i bon vi'-) la feria combina arte y productos de la tierra. Artesanos, artistas y labradores conforman una feria atractiva que va ganando visitantes año tras año. 

En la feria se pueden encontrar desde productos de comida tradicional, plantas, hierbas, frutos secos, vino, fruta, miel, aves y animales hasta cerámica o pintura en pequeño formato. Es pues una feria que alimenta cuerpo y espíritu. 

Apoyada desde el comienzo por el Ayuntamiento de Rubí, la feria se concentra al casco antiguo de la ciudad, (pl. Dr. Guardiet, c. Xercavins, c. Sant Francesc y c. Sant Ignasi).

La Navidad en Rubí, fiesta y tradición 

La Navidad es la celebración que nos muestra el dinamismo de Rubí y que nos recuerda que Rubí es de sus ciudadanos.
Con este fin, se ofrece un programa con actividades pensadas para todos los públicos y que tendrán lugar en diversos espacios de la ciudad. 
Entre muchas otras, disfrutaremos de la Feria de Navidad en la plaza de la Nova Estació, del Pesebre ubicado en la Biblioteca Mestre Martí Tauler, de las actividades infantiles que nos traerá el Mag Rubisenc en el Castell Ecomuseu Urbà, así como la Cabalgata de los Reyes Magos, que este año promete ser tan espectacular como el año anterior. 
El día 5 de enero, un año más, los Reyes Magos de Oriente llegarán a nuestra ciudad. La alcaldesa les dará la bienvenida desde el Escardívol y les entregará la llave de la ciudad que permitirá a los Reyes Magos entrar en todos los hogares.
Asimismo, son muchas las entidades que impulsan actividades lúdicas y culturales y que nos ayudan a fomentar la convivencia y la participación ciudadana. 
Todo esto hace que las fiestas navideñas sean una cita importante en el calendario cultural de nuestra ciudad.

GIGANTES ROC Y PAULA

Son los antiguos gigantes rubinenses estrenados en 1971, siendo conocidos entonces como los Reyes Católicos.

Posteriormente en 1984, fueron transformados en una pareja de Catalanes acomodados, vestidos de baile de gala, de finales del siglo XIX, recibiendo entonces sus nombres actuales, de Roc y Paula.

Nombre: Roc - Peso: 50 kg - Altura: 3,75 m
Nombre: Paula - Peso: 48 Kg - Altura: 3,40 m
Estreno: 29 de junio de 1971

Constructor: Domènech Umbert "Mingu" de la casa El Ingenio de Barcelona

Reformas: Taller ARTEC de Arenys de Munt (1984); y Jordi Grau del taller El Grac Petit de Terrassa (1989, 1998 y 2004)

Diseño de los trajes actuales: Maria Carbonell, figurinista del Esbart Dansaire de Rubí.
Confección de los trajes actuales: Mujeres del Grup de Puntaires de Rubí.
Propietario: Ayuntamiento de Rubí.

'GEGANTONS' LAIA Y GALDERIC

Son los hijos del Roc y Paula. Laia, que lleva un vestido de estilo isabelino, de mediados del siglo XIX, fue estrenada en el año 1996, con motivo de la celebración en Rubí del V Encuentro Comarcal de Gigantes del Vallès (Occidental y Oriental). Su nombre fue elegido por los niños y niñas de las escuelas de Rubí.

El gigantón Galderic, fue estrenado el 1 de julio de 2006, durante la conmemoración del cincuentenario del nacimiento de la tradición de gigantes en Rubí, y lleva un traje de principios del siglo XX.

Nombre: Galderic - Peso: 16 kg - Altura: 1,80m
Nombre: Laia - Peso: 25 kg - Altura: 2,50 m
Estreno: Laia: 11 de mayo de 1996 y Galderic: 1 de julio de 2006

Constructor gigantones: Jordi Grau y Martí, del taller El Drac Petit de Terrassa.

Diseño de los vestidos: Maria Carbonell, figurinista del Esbart Dansaire de Rubí.
Confección de los vestidos: Laia: Mujeres del Grup de Puntaires de Rubí, y Galderic: La modista Rosa Ma. Cañameras.

Propietario: Colla de Gigantes de Rubí.