Manises es una ciudad que conjuga a la perfección tradición con modernidad. Desde sus orígenes, Manises ha estado vinculada con la artesanía cerámica. Su antigüedad se demuestra por el hallazgo en su término de restos romanos y por la existencia del acueducto "Els Arcs", una obra atribuida a los árabes.
La actividad ceramista es la que mejor define la historia de la ciudad y la que ha hecho que Manises sea conocida internacionalmente por sus lozas y azulejos de diferentes estilos elaborados desde el s.XIV.
Remontándonos ocho siglos atrás, encontramos que la ciudad actual de Manises tiene su origen en la alquería islámica que el rey Jaime I entregó en 1238 a Artal de Luna, después de la conquista de Valencia. Pero décadas después, el 3 de diciembre de 1304, el señorío pasaría definitivamente a formar parte del patrimonio familiar de los Boïl, quienes lo poseerían hasta la supresión de los señoríos en España en el año 1837.
Así, los más de 700 años de actividad ceramista ininterrumpida han dejado su impronta tanto en el paisaje urbano como en los usos y costumbres de la ciudad. Es por eso que, en nuestro recorrido por Manises, observaremos una buena muestra de arquitectura popular con interesantes cerámicas aplicadas en sus edificios que no deberíamos dejar de visitar.
“Parque Los Filtros”:
Recibe su nombre por encontrarse en lo que años atrás, concretamente en 1850, fue el intento de construcción de una planta potabilizadora, cuyo fin era suministrar agua potable a la capital y a los pueblos del entorno, para así intentar erradicar las epidemias y la peste
Este complejo sirvió durante más de 60 años para abastecer de agua depurada, según los conocimientos técnicos de la época, a Valencia capital. Este complejo se estructuraba mediante unas grandes balsas de decantación y una serie de filtros por los cuales circulaba el agua hasta un primer depósito. Hoy en día, el único espacio que se conserva del complejo original, ha sido convertido, después de restaurado, en sala de exposiciones. En esta construcción destaca la utilización del ladrillo caravista y se puede admirar una importante muestra de la ingeniería civil del siglo XIX adaptada a un uso industrial, en la que participó el famoso ingeniero Ildenfonso Cerdá.
Las balsas y filtros existentes, ya sin uso, dieron paso en 2003 a este parque en el que se integran:
El “Parc Temàtic d’Història Valenciana”: Una zona de ajardinamiento en la que se han colocado una serie de paneles cerámicos, con ilustraciones del personaje de cómic valenciano Pumby, que nos ofrecen una visión cronológica de la historia de la Comunitat Valenciana comenzando en la Edad de Piedra y concluyendo en el siglo actual.
Y la mencionada “Sala d’Exposicions Els Filtres”, cuya entrada se encuentra al final del parque y en la que se celebran exposiciones temporales de arte.
Avenida Blasco Ibáñez:
Avenida que constituye una arteria principal del municipio en la que podemos ver: Cruz con incrustaciones cerámicas sobre la piedra, monumento al ceramista manisero y una gran colección de monolitos cerámicos.
Frente a ustedes se encuentra una cruz de grandes dimensiones con incrustaciones cerámicas sobre la piedra. Es obra del ceramista manisero José Gimeno Martínez, inicialmente erigida en el Calvario y trasladada a este lugar en 1973. Es un ejemplo más de este artesano que recrea con gran maestría la cerámica popular de los siglos S.XVIII y XIX. Este monumento se construyó en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil.
A la derecha, y unos metros más hacia delante, encontramos el Monumento al ceramista manisero, y en especial a Don José Gimeno Martínez, artesano ejemplar que destacó entre 1920-1970 en la recuperación para Manises de la cerámica popular de los siglos XVIII y XIX, mediante la investigación de fórmulas y prácticas desaparecidas de carácter tradicional. Con su trabajo y creatividad el artesano José Gimeno hizo que la cerámica valenciana recobrara su prestigio. Este monumento, inaugurado en 1969, es obra del escultor valenciano Octavio Vicent.
A lo largo de toda la Avenida encontramos una serie de monolitos cerámicos que, encabezados por el escudo de Manises y una vista del municipio, nos muestran de manera gráfica todos los estadios que intervienen en el proceso de elaboración de la cerámica, además de la vida y obras del laureado escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, del que recibe su nombre esta avenida. Estos paneles cerámicos son obra del artesano ceramista Juan Colón Buendía, artesano que siguiendo la estela de José Gimeno Martínez, ha recreado a la perfección el estilo de la azulejería valenciana de los siglos XVIII y XIX.
ANTIGUA ESCUELA DE CERÁMICA
Este edificio es un referente histórico y cultural de la ciudad, por su calidad arquitectónica y porque durante muchos años albergó una de las dos escuelas de cerámica existentes en España.
Pionera en su especialidad, los inicios de la Escuela de Cerámica de Manises se remontan a 1896, año en que se crea, por iniciativa del ingeniero Rafael Valls David, la Escuela de Dibujo, que fue dirigida por Luis Soria, con clases distintas para hombres y mujeres. Asímismo, en la materialización definitiva de este centro de enseñanza, fundamental para la pujante industria local del momento, tuvo un papel destacado Vicente Vilar David, otro ingeniero, quien al frente de un reducido número de empresarios consigue retomar la actividad de la Escuela Elemental de Cerámica en 1914 y que fuera reconocida definitivamente en 1916 como centro de enseñanza oficial de carácter estatal, con el nombre de Escuela Práctica de Cerámica; desde entonces este centro ha contribuido decisivamente a la formación relacionada con este sector industrial, proporcionando un buen número de profesionales no sólo a la industria de Manises sino también a la radicada en otra zonas de España.
El edificio está situado en el Paseo Guillermo de Osma, una calle principal del ensanche de Manises cuya urbanización está estrechamente relacionada con la creación de la línea férrea Valencia – Liria, ya que en sus inmediaciones se encontraba la estación de Manises inaugurada en 1889 y hoy en día la estación de metro Manises.
Construido entre 1918 y 1925, el estado actual del edificio corresponde a la remodelación llevada a cabo en 1950 por el arquitecto Javier Goerlich, siendo director Alfonso Blat. Junto con el claustro - que incorpora acertadamente en su centro un pequeño surtidor contemporáneo revestido de cerámica- cabe destacar la composición de la fachada dentro del estilo neoclásico preeminente en el conjunto.
Mención especial merece la placa que, en homenaje al historiador Guillermo de Osma, se colocó en 1925 en el lateral derecho de la puerta principal. Se trata de una gran placa en relieve, en la cual, además de figurar el homenajeado –en retrato pintando de manera excelente por Arturo Almar-, también están representadas de manera simbólica las aportaciones de Osma al estudio de la mejor cerámica de Manises de todos los tiempos: la loza gótico-mudéjar decorada en azul y reflejo metálico.
Actualmente, las enseñanzas de cerámica, ya con rango universitario, se imparten en un moderno edificio situado en la avenida Ceramista Alfons Blat, al oeste de la población.
Fachada de la Antigua Fábrica de Francisco Valldecabres
Fachada-portada de acceso a la fábrica de cerámica de Francisco Valldecabres que se construyó a principios del S.XX y llegó a ser una de las más importantes de la época.
De estilo neogótico, esta fachada está inspirada en la portada principal de la Lonja de Valencia, utilizando para su composición elementos tan característicos del conocido edificio medieval como los medallones laureados o las comisas y pináculos ornamentales. Inscrito bajo el arco conopial de la portada, figura en relieve un jarrón del tipo de la Alhambra flanqueado por dos ramas de laurel, símbolo de la producción más prestigiosa de la fábrica: la loza de reflejo metálico de estilo hispano-árabe.
Iglesia Parroquial de San Juan Bautista
Empezada a construirse en 1734, esta iglesia fue inaugurada el 14 de agosto de 1751, con el acto procesional del traslado del Santísimo Sacramento del viejo templo al nuevo. Uno de los elementos constructivos exteriores más destacables es su cúpula recubierta de tejas de reflejo metálico dorado, que la convierte en excepcional dentro de la variada tipología de iglesias valencianas de la época. Esta cúpula es perfectamente visible desde la “Capelleta” o Capilla de San Antonio.
La fachada se divide en tres partes: la central y dos cuerpos laterales, que dan la impresión que se proyectaron como torres, aunque sólo se construyó la de la izquierda, que es la que alberga el campanario. El elemento arquitectónico más sobresaliente de esta fachada es sin duda la portada de inspiración clásica, que marca el acceso principal a este templo, y esta realizada en piedra tallada. En la parte superior de esta portada se sitúa una hornacina que alberga la imagen, también pétrea, del titular de la Iglesia parroquial, San Juan Bautista, obra del escultor Octavio Vicent, realizada a mediados del siglo XX. De esta misma época es el añadido decorativo, consistente en las diversas composiciones de azulejos con formas mixtilíneas de la fachada, a base de rocallas, y un reloj de sol formado por un panel de azulejos de estilo neobarroco, todo ello realizado en el taller de José Gimeno Martínez.
En el lateral derecho de la iglesia se colocaron recientemente una serie de paneles cerámicos estilo siglo XVIII, realizados por Juan Colón Buendía para conmemorar el 250 aniversario de la Traslación del Santísimo Sacramento del viejo templo al nuevo.
El interior de este templo es de estilo Neoclásico, con características barrocas, y su planta tiene forma de cruz latina encuadrada en un rectángulo. De una sola nave, aloja en sus estribos una serie de capillas en la que se encuentran las diferentes imágenes veneradas por los maniseros católicos. Entre todas ellas,
cuentan con especial devoción las Santa Justa y Rufina, patronas de la ciudad de Manises y de los ceramistas.
Tras la nave central, y en su parte izquierda, se encuentra la Capilla de Comunión, construida a finales del siglo XIX, que destaca por la armonía compositiva, por ser una de las mayores de la Comunitat Valenciana y por la tejería de reflejo metálico de su cubierta piramidal a cuatro aguas.
Saqueado e incendiado en agosto de 1936 fue reconstruido después de la Guerra Civil por buenos artesanos, quienes siguiendo la estética del siglo XVIII realizaron imágenes, altares y ornamentos, recuperando en gran parte el valor estético de la iglesia de San Juan Bautista.
De entre la gran cantidad de aplicaciones cerámicas con las que cuenta el templo en su interior, cabe destacar el zócalo de azulejos original de la iglesia, un viacrucis realizado a finales del siglo XIX sobre azulejos por el destacado pintor valenciano Francisco Dasí, procedente del antiguo calvario municipal, y un panel de La Última Cena, pintado por Arturo Almar en 1922, que perteneció originalmente al Circulo católico La Paz, y que reproduce La Última Cena del pintor Bassano, que se encuentra en el Museo El Prado de Madrid.
Plaza Corazón de Jesús:
Situada en el casco antiguo de Manises, se la conoce también como “Antiga Plaça del Mercat”, por ser el lugar donde se realizaba antiguamente el mercado. Cuenta con una zona ajardinada y un espacio para realizar actuaciones al aire libre.
ERMITA DE SAN ANTONIO, CAPILLA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO
La ermita dedicada a San Antonio Abad, conocida coloquialmente como “La Capelleta” es el único vestigio que queda de la primitiva Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Si bien se desconoce cuando se construyó, el acta de fundación de la Parroquia de Manises está fechada el 2 de abril de 1370, día en que se desvincula de la Parroquia de Paterna.
Este templo estuvo en funcionamiento hasta que se inauguró la nueva iglesia en 1751. Posteriormente el viejo templo fue demolido, pero se conservó una de sus capillas, la cual, después de su rehabilitación, iniciada a mediados del siglo XIX, se convirtió en la actual Ermita de San Antonio.
El estado actual de la fachada de la ermita es el resultado de numerosas intervenciones, la última a principios del siglo XXI. Presenta un cuerpo rectangular, más alto que ancho, rematado por una espadaña que aloja en su interior una pequeña campana, y a ambos lados dos pináculos de cerámica de reflejo metálico similares al de la espadaña. El estilo actual de esta capilla es pues ecléctico, fruto de las distintas actuaciones, con predominio de características neoclásicas en el exterior y neogóticas en su interior.
El acceso al templo se realiza por una puerta de madera en la que se distingue, por la composición de los herrajes, la disposición en arco apuntado propio del estilo gótico. Esta puerta debe ser uno de los pocos elementos que se han conservado de la iglesia original.
En los extremos del dintel de la puerta hay un azulejo cerámico a cada lado. El de la izquierda es el rótulo que da nombre a la actual ermita. En el lado opuesto otro azulejo representa a la Virgen del Rosario con el Niño en brazos. A la izquierda de la puerta existe un panel de cerámica colocado con motivo del VI Centenario de la fundación de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, que se celebró el 16 de julio de 1970.
En el se puede leer: “para memoria DON JAIME DE ARAGÓN, obispo de Valencia; DON FELIPE DE BOIL, señor de Manises; ROMEO DE SOLER, rector de Paterna y canónigo de Valencia; y SANCHO DE SANCHO, síndico y procurador de los honrados hombres de Manises, fundaron esta parroquia, de San Juan Bautista, desmembrada de la de Paterna el 2 de abril de 1370. Manises 1970 - VI Centenario”.
En la pared lateral existe otro panel de azulejos realizado por José Royo Vilar. Su tema iconográfico es el Santo Viático atravesando en barca el río Turia; la Torre y la “sèquia dels Arcs” se representan al fondo, pues son emblemas de Paterna y de Manises. Todo ello enmarcado por reproducciones de azulejos y “socarrats” de los siglos XIV y XV, propios de los alfares de ambos pueblos.
En el interior de la Capilla, de reducidas dimensiones, nos encontramos que todo el recinto se envuelve por un zócalo de azulejos cerámico, de estilo renacentista, fabricados alrededor de 1920. En el muro opuesto a la entrada se localiza el altar, de estilo neogótico, que alberga las imágenes de San Antonio de Padua y la Virgen del Rosario. A un lado de la capilla se sitúa la pila bautismal cuyo vaso de piedra tallada es original del siglo XIV.
MUSEO DE CERÁMICA DE MANISES. ANTIGUA CASA DE LOS FERRARO.
El Museo de Cerámica de Manises está instalado en el único edificio civil del siglo XVIII que existe en Manises de cierta relevancia arquitectónica. La denominada Casa Ferraro fue construida en 1784 por una familia de origen italiano (los Ferraro - Causa) que hicieron su fortuna en la ciudad de Valencia con el comercio de la lana y la seda, y que a mediados del siglo XVIII, cuando decae esta actividad, empiezan a diversificar sus inversiones adquiriendo bienes inmuebles en municipios vecinos a la capital. El penúltimo de sus propietarios fue el médico don José Sanchis Pertegás, persona de buena posición social que llegó a ser alcalde de Valencia a finales del siglo XIX. Por legado testamentario de sus herederos, la familia Casanova Dalfó-Sanchis Causa, este edificio pasó a propiedad municipal en 1976 para convertirse en Museo municipal.
Con el fin de presentar sus colecciones con un planteamiento museográfico moderno, en 1985 se produjo una ampliación de sus instalaciones, añadiendo un nuevo cuerpo a la parte posterior del edificio preexistente y restaurando lo que se conservaba del edificio original.
Entre los aciertos de la reforma y ampliación de este edificio, para convertirlo en un museo monográfico de cerámica, cabe destacar la lograda articulación entre el edificio antiguo y el nuevo -mediante escaleras y rampas alrededor de un hueco central, rematado por una bóveda translúcida-, lo cual hace posible un recorrido secuencial por todas las salas en espiral ascendente, en las que se presentan las producciones de los obradores locales desde el siglo XIV al XX.
La fachada principal recayente a la calle del Sagrario es de composición simétrica, con puerta de acceso central en planta baja; tiene tres alturas y en conjunto conserva casi intacta su estructura original. Por su parte alta sobresale el rafe de considerable vuelo con entrevigado; en segundo y primer piso, los vanos -tres por planta- presentan forma abocinada, balcones de hierro forjado con tornapuntas y están adornados por la parte inferior con azulejos policromos valencianos de la segunda mitad del siglo XVIII; a la altura de la primera planta, en el paño entre huecos situado a la derecha, existe un panel de azulejos de producción valenciana de finales del siglo XVIII que representa a La Santísima Trinidad.
Traspasada la entrada, a la derecha, se puede ver remarcando la puerta de una habitación, una portada gótica de finales del siglo XV. Se trata de uno de los pocos vestigios arquitectónicos que se salvaron del incendio y posterior derribo del Palacio de Mosen Sorell, de Valencia, y que fue instalada allí por José Sanchis Pertegás.
EDIFICIO DE LA ANTIGUA FÁBRICA DE CERÁMICA DE JUAN BAUTISTA HUERTA AVIÑO (“EL ARTE”).
Juan Bautista Huerta Aviñó, ceramista que fue un virtuoso del reflejo metálico, utilizó en el revestimiento de este edificio, construido en 1922, las posibilidades decorativas de los azulejos pintados en dorado y en azul de cobalto sobre fondo blanco, dándole singularidad a esta fachada, que servía también como reclamo publicitario de los productos que fabricaba.
Los temas principales de los paneles hacen referencia al buen comercio: representado por Mercurio y sus atributos; a la productividad: presente en los cuernos de la abundancia de los cuales salen infinidad de piezas de cerámica, y al buen fabricar: con la representación del vaso de la Alhambra, paradigma, entonces, de la mejor realización cerámica de todos los tiempos. El zócalo se realizó con la técnica del trencadís, influencia de las obras de Gaudí. En él se puede leer la fecha de construcción del edificio: 1922.
El edificio cumplía una doble función pues era fábrica, que ocupaba además la parte trasera de la fachada, y vivienda del propio ceramista, que ocupaba la primera planta. En 1924 se le añadió al edificio principal un segundo cuerpo con decoración de estilo hispano-árabe inspirado en las yeserías de la Alhambra.
Actualmente este edificio alberga la Oficina de Turismo, diferentes departamentos municipales y el Museo de Fotografía de Manises en el cual se muestra la colección de Carlos Sanchis con casi 3000 piezas entre cámaras fotográficas, proyectores, accesorios y material de laboratorio de las últimas décadas del S.XIX hasta nuestros días.
Cuenta también con amplios fondos fotográficos de carácter local que se muestran en forma de exposición permanente.
MUMAF también dispone de una Sala de Exposiciones Temporales.
Fachada Mercado Municipal “Els Filtres”
Fachada del actual mercado municipal de "Els Filtres", que recibe su nombre por estar ubicado al lado de lo que fueron los antiguos filtros para depurar el agua que provenía del río Túria. En la fachada vemos una extraordinaria muestra de paneles cerámicos estilo siglo XVIII realizados por el taller del artesano José Gimeno Martínez, y en los que se reproducen los usos y costumbres de los mercados valencianos en el S.XVIII.
Casa de Cultura y Juventud
La Casa de Cultura y Juventud, es un edificio que data del año 1928. En un primer momento fue convento de la Congregación Religiosa de las Carmelitas Descalzas, procedentes de Lloret de Mar (Gerona), donde se habían instalado después de su expulsión de Méjico por causa de la revolución del año 1916, hasta que en el año 1984 fue adquirido por el Ayuntamiento de Manises para el actual fin.
Edificio de dos plantas de estilo neogótico que cuenta con un interesante claustro con arrimaderos de azulejos de la época y una muy bien proporcionada capilla con bóveda de arcos ojivales, hoy en día dedicada a auditorio y sala de conferencias.
En la actualidad este edificio es la sede central de la Fundación Municipal de Cultura y Juventud, organismo autónomo del Ayuntamiento de Manises y que gestiona la Casa de Cultura, el Auditorio Germanies, las Bibliotecas Públicas Municipales, el Centro de Información Juvenil y la Radio Municipal de Manises.
En el exterior y rodeando a la misma encontramos el Jardín “El Boscany”, jardín que destaca por la decoración de su cerramiento. Se han colocado una serie de paneles cerámicos representativos de juegos infantiles. Estas decoraciones son obra del taller manisero Gimeno Ríos y fueron realizadas en 2003. Los murales son reproducción de los ya desaparecidos y que antiguamente podían verse en la plaza de España de Manises. En ellos se escenifican escenas de juegos tradicionales valencianos, temática acorde con el carácter lúdico del lugar. Entre los juegos que se representan aparecen “el canut”, “el joc del burro”, “la pilota a llargues”, “el pet i tou”, “el marro furtat”, “pelant panolles”…
Parque Gabriel Navarro Pradillos
Enclavado en el centro de la ciudad, este parque supone un homenaje a quien es hijo adoptivo de Manises y fue hasta su muerte en 2003, y durante más de 20 años, presidente del Club de Convivencia Municipal 9 d’Octubre. El Ayuntamiento de Manises recuperó y le dedicó este parque de 1.500 metros cuadrados de superficie por la incesante preocupación y el interés que Navarro Pradillos mostró siempre en aras de la integración en nuestra ciudad de las personas procedentes de otras provincias.
En la valla de cerramiento del parque se representan en paneles de cerámica todos los escudos de las diferentes capitales de provincia españolas, a los que se suman también los escudos de España y de la ciudad de Manises. Estos paneles son obra de Jesús Royo.
Plaza Rafael Atard
Situada junto al Mercado Municipal Los Pinos, recibe este nombre por estar ubicada en lo que fue el antiguo calvario, rodeado de pinos. Posteriormente el calvario se convirtió en plaza, conservando su pinada.
La plaza Rafael Atard está decorada con murales cerámicos representativos de la Flora y Fauna autóctona de la Comunitat Valenciana, murales realizados por el artesano Francisco Romero Botet en el año 2003.
Plaza España:
Plaza situada junto a la que fue una de las fábricas más emblemáticas del municipio “Hijos de Justo Vilar”. Esta plaza fue remodelada en 2001 y en la misma se ha realizado un homenaje al agua, utilizando para ello una de las cerámicas más representativas de Manises, el reflejo dorado, obra de uno de los obradores de más prestigio de Manises, Gimeno Ríos S.L.
Parque del Ferrocarril:
Parque infantil decorado con murales cerámicos que representan la historia del ferrocarril de Manises, desde sus inicios en 1889 con las locomotoras de vapor. La llegada del ferrocarril a Manises tuvo una gran importancia, pues permitió a los fabricantes de Manises dar salida a sus productos, al igual que recibir sus materias primas. Estos murales cerámicos son obra del artesano manisero Francisco Romero Botet.
Acueducto “Els Arcs”
Aunque alterada, esta construcción es una de las joyas de la arquitectura que aún conserva la comarca, y por ello ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de un acueducto que se encuentra en el Barranco Salt de l’Aigua, y cuya función era superar el desnivel que suponía el barranco, para así poder llevar el agua de la acequia de Quart a las poblaciones vecinas.
Este acueducto posee 28 arcos que el paso del tiempo y las continuas filtraciones han ido configurando y añadiendo un conjunto de estalactitas que le confieren un aspecto especial. Su origen no está determinado, ya que mientras algunos historiadores del S.XIX creían que se trataba de una construcción romana, estudios más recientes aseguran que es de época mulsumana. En los años 70 del siglo XX se sustituyó el cajero del acueducto por uno nuevo, por el que todavía hoy discurre el agua de la acequia de Quart.
Talleres y Tiendas de Cerámica
Este recorrido por la ciudad de Manises no estaría completo sin la visita a los talleres y tiendas de cerámica, lugares que continúan siendo el mayor exponente del carácter artesanal del municipio. Las tiendas y talleres de cerámica se encuentran en el casco antiguo, y se concentran principalmente en las calles Maestro Guillén, Ribarroja, San Juan y la avenida Blasco Ibáñez.
Museu de Ceràmica de Manises
Sagrari, 22
46940 Manises
Teléfono: 96 152 10 44
e- mail: museo@manises.es
web: www.manises-museo.org
Horario:
De martes a sábado de 10h a 13h y de 16h a 19h.
Domingo y festivos de 11h a 14h.
Cerrado todos los lunes y las fiestas: 25 de diciembre, 1 de enero y 1 de mayo.
Entrada gratuita.
Las visitas en grupo deben de reservarse con antelación.
Fue creado por el Ayuntamiento de Manises en el año 1967 e instalado en una casona del siglo XVIII, donada a la ciudad para este fin por el médico valenciano José Casanova Dalfó y su esposa Pilar Sanchis Causa, descendiente de una destacada saga de comerciantes de seda. Las actuales instalaciones, inauguradas en 1989, son el resultado de un nuevo planteamiento museológico y de unas importantes obras de reforma que permitieron albergar adecuadamente el constante incremento de sus fondos, que en la actualidad constan de más de 5.500 piezas; lo que posibilita mostrar una singular visión panorámica de la industria cerámica de Manises desde el siglo XIII hasta el siglo XX y cumplir el objetivo múltiple de recuperar, conservar, estudiar y divulgar la cerámica de este importante centro productor en su perspectiva histórica y en su realidad actual.
La exposición de una seleccionada parte de sus colecciones está estructurada en seis grandes apartados o salas:
1. - Vestíbulo
Sala que fue cocina-comedor del edificio original, construido en 1787, y que en la intervención para habilitarla de 1967 como parte del museo fue revestida con un alto zócalo de azulejos decorados con escenas de cocina - inspirada en la producción de las fábricas valencianas del siglo XVIII- realizados en el taller de José Gimeno Martínez (Manises 1888-1967). Este ceramista fue el precursor de la recuperación historicista de la azulejería valenciana del siglo XVIII y de la loza popular manisera del siglo XIX; la sala está dedicada a su memoria y por este motivo también se muestran en el vasar de la chimenea y en una de las vitrinas una selección de piezas de forma producidas en su taller entre 1935 y 1975, y tres paneles de azulejos de temática religiosa pintados por seguidores de su escuela.
Esta sala también se utiliza para presentar las últimas piezas importantes que ingresan en el Museo.
2. - Tecnología
Más de setecientos años de dedicación continuada a la fabricación de cerámica en Manises ha supuesto la concentración de una cultura cerámica de indudable valor que, en sus procesos más tradicionales y de manera resumida, se muestran en esta sala mediante fotografías y herramientas originales, dentro de cinco apartados: las arcillas y la preparación de las pastas, la consecución de la forma, los vidriados, la decoración, y la cocción. A destacar, el horno para la cocción de reflejo metálico realizado por el último constructor de hornos de tipo árabe José Rodrigo Cerveró (Manises, 1909-1988) y la maqueta de una fábrica de loza de mediados del siglo XX, realizada por Francisco Tárrega Castellano.
3. - Siglos XIV-XV
Al mismo tiempo que el Rey Jaime I conquistaba a los musulmanes la ciudad de Valencia y sus alrededores, en los años 1237-1238, redacta su repartimiento a los nobles que le ayudaban en la empresa. Las alquerías de Paterna y Manises fueron concedidas al noble aragonés Artal de Luna. A partir de este momento se inicia en las dos poblaciones un incremento de la producción cerámica que ya existía en época islámica.
Pero el verdadero desarrollo de de la industria cerámica de Manises llegó a partir de la adquisición de este señorío por parte de Pere Boil (IV señor de Manises), ya que éste aprovechó su importante influencia social y política para la introducción de la técnica de la loza dorada en sus alfares -seguramente mediante incentivos para que se instalaran en su señorío ceramistas venidos de Al-Ándalus- y su posterior comercialización a gran escala.
Entre las colecciones de este Museo, la de cerámica gótico-mudéjar, decorada en azul y/o reflejo metálico dorado, y la de azulejos decorados en azul, tienen especial relevancia por tratarse de piezas procedentes de hallazgos y excavaciones arqueológicas efectuadas en el subsuelo de la ciudad, y por ser el exponente de una producción bajo medieval sin parangón, gracias a la cual Manises ocupa un lugar privilegiado en la historia de la cerámica mundial.
4. - Siglos XVII - XVIII
La expulsión de los moriscos del Reino de Valencia en 1609, junto a la menor demanda de loza dorada y azulejos -que se produce por la competencia de la innovadora cerámica policroma elaborada en Sevilla y Talavera-, supuso para Manises un periodo de recesión que no pudo evitarse ni con la creación en 1619 del “Gremi de Mestres d’Obra de Terra”. Si en un primer momento, la actuación de este gremio profesional tuvo efectos beneficiosos para la industria de Manises, pronto se convirtió en un freno para las innovaciones, al impedir, por afán proteccionista, que se implantaran los nuevos avances técnicos y con ellos los estéticos.
Del siglo XVIII, principalmente, son las obra que aquí se muestran de loza dorada decorada con los temas del “pardalot” y la “clavellina”, entre otros; una muy interesante colección de cerámicas decoradas en azul, o azul y morado y, junto estas, una buena muestra de la azulejería policroma coetánea producida en las fábricas de Valencia al igual que el pavimento de esta sala colocado en 1786.
5. -Siglo XIX
Durante el siglo XIX la industria de la cerámica local alcanza un nuevo auge, a medida que los obradores de loza basta se reconvierten en fábricas de loza fina -siguiendo la tendencia que marcaba Alcora- y de azulejos. En la producción de loza, la parte mayoritaria serán los objetos utilitarios de uso doméstico, platos, jarras, jícaras, azucareros, etc.; se trata de cerámicas realizadas con muy buena técnica y con una estética popular, que tiene en la variedad temática, la seguridad de la pincelada y en su vibrante colorido los principales rasgos.
El reinicio de la producción de azulejos en Manises, después de un paréntesis de más de dos siglos, está relacionado con la instalación en 1845 de una fábrica de azulejos por parte del industrial Rafael González Valls (Valencia, 1800-1853). De está y de las numerosas fábricas que se crean para producir azulejos en la segunda mitad del siglo XIX son las obras que se exhiben en esta sala; a destacar, el grupo de lápidas mortuorias procedentes del antiguo cementerio de Manises y el conjunto de azulejos recuperado de la casa de los Huerta-Gallego, hogar de una destacada familia de azulejeros.
5.-Siglo XX
El buen nivel que alcanza la industria cerámica de Manises a finales del siglo XIX y que se consolida e incrementa durante el primer tercio del XX, para poder competir y satisfacer la creciente demanda de una sociedad que estaba inmersa en un importante crecimiento demográfico, se ven bien reflejados en la seleccionada muestra que se expone en este espacio, con muestras significativas de azulejos decorados por el sistema de trepas y la técnica del entubado, equiparables, estas últimas, a las mejores producciones europeas coetáneas, destacando las jambas, los zócalos y carteles publicitarios de estilo Historicista, Modernista y Art déco, realizadas en las fábricas de José Mª Verdejo, Leopoldo Mora, Hijos de Justo Vilar y Francisco Lahuerta.
En lo referente a las piezas de volumen también tienen notable relevancia las de carácter historicista y en especial las de estilo Hispanoárabe en reflejo metálico; sin olvidar las decoradas en policromía sobre pasta blanca con las mismas influencias estilísticas que presenta la azulejería. Al final del recorrido se encuentran las vitrinas monográficas de dedicadas a los juguetes, a los botijos de fantasía, a los filtros de agua -sistema Pasteur y Sinaí- y a la porcelana introducida en Manises a partir de 1943, en la fábrica Cerámicas la Hispania.
6. - Cerámica de arte
La cerámica, además de haber servido desde la antigüedad como materia esencial para la elaboración de recipientes y material de construcción, con una clara función utilitaria y/o decorativa, también se empleó para la expresión plástica; pero fue de manera más significativa a principios del siglo XX, cuando un buen número de artistas –entre ellos los que habían colaborado con la industria cerámica- se sintieron atraídos por esta materia, al comprobar las posibilidades que ofrecía para su expresión en el contexto del arte moderno.
En esta sala se exponen obras de algunos de los precursores en la Comunidad Valenciana de esta especialidad, entre los que cabe destacar Alfonso Blat (Benimamet, 1904 - Valencia, 1970), sin duda uno de los más destacados pioneros de la cerámica de arte en España. Junto a Blat, comparte sala otro artista valenciano que destacó tempranamente en el empleo de la materia cerámica para su expresión: Arcadi Blasco (Mutxamel, Alicante, 1928). Las 18 obras que este ceramista donó al MCM en el año 2000 constituyen una buena síntesis de sus etapas más significativas, a la vez que representa la más completa muestra de este autor que se puede ver en una institución pública.
Una colección especial dentro de esta corriente, de la que se expone sólo una pequeña parte, es la formada mayoritariamente por las obras premiadas en el Concurso Nacional de Cerámica de Manises, certamen anual que se celebró desde 1972 hasta 1987 y de la Bienal Internacional de Cerámica que en 2013 llega a su XI edición.
Josep Pérez Camps-Director del MCM
MUMAF
Museo de la Fotografia de Manises “Carlos Sanchis”
Avinguda dels Tranvies, nº 15
46940 MANISES
www.manises.es
mumaf@manises.es
Teléfono: 961298633
Horario:
De martes a viernes: 10 a 13 h y 16 a 19 h.
Sábado: 10 a 13 h.
Lunes cerrado.
EL EDIFICIO
El Museo de la Fotografía de Manises “Carlos Sanchis” está ubicado en el edificio El Arte, construido por Juan Bautista Huerta Aviñó, virtuoso ceramista del reflejo metálico, quien utilizó en el revestimiento de este edificio las posibilidades decorativas de los azulejos, pintados en dorado y en azul de cobalto sobre fondo blanco, dándole singularidad a esta fachada, que servía también como reclamo publicitario de los productos que fabricaba.
Los temas principales de los paneles hacen referencia al buen comercio: representado por Mercurio y sus atributos; a la productividad: presente en los cuernos de la abundancia de los cuales salen infinidad de piezas de cerámica, y al buen fabricar: con la representación del vaso de la Alhambra, paradigma entonces de la mejor realización cerámica de todos los tiempos. El zócalo se realizó con la técnica del trencadís, influencia de las obras de Gaudí. En él se puede leer la fecha de construcción del edificio: 1922.
El edificio cumplía una doble función, pues era fábrica, que ocupaba además la parte trasera de la fachada, y vivienda del propio ceramista, que ocupaba la primera planta. En 1924 se le añadió al edificio principal un segundo cuerpo con decoración de estilo hispano-árabe inspirado en las yeserías de la Alhambra.
Tras una reutilización urbanística del espacio de la fábrica El Arte, y disponiendo el Ayuntamiento de Manises de la planta alta del nuevo edificio, se procedió a la restauración de la fachada que da acceso al Museo, inaugurada el 24 de marzo de 2011.
ORIGEN DEL MUSEO
El origen del Museo de la Fotografía de Manises se encuentra en la donación que Carlos Sanchis y su esposa Concepción García realizaron al Ayuntamiento de Manises, en el año 2009, de su colección de cámaras fotográficas, accesorios y material de laboratorio, que suman un total de más de 2.000 piezas y casi 6.000 fotografías de variada tipología.
En esta colección se encuentran representadas las cámaras más significativas y, entre todas, abarcan un amplio marco cronológico desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la llegada de la fotografía digital, destacando por su vistosidad un buen número de cámaras de madera de gran formato que se exhiben en la parte central del museo.
LOS PIONEROS DE LA FOTOGRAFÍA EN MANISES
El museo destina un sitio especial como homenaje a los pioneros de la fotografía en Manises: José García Planells, Juan Santolaria Gómez, Juan Soler Herreras, José Gadea Luján y Carlos Sanchis García y de cuya obra se ofrece una muestra junto a las cámaras fotográficas. Son imágenes de una ciudad, unas costumbres y unas fiestas que difieren bastante del Manises actual, pero que permanecen todavía en la memoria de los más mayores. Estas fotografías proceden de la colección de fotografías donadas por Carlos Sanchis, el Archivo de negativos de José Gadea Luján y los fondos de la Campaña de Recogida de Fotografías “Regala una foto al teu poble” llevada a cabo por el Archivo Municipal de Manises en la primera década del siglo XXI y que consiguió un importante fondo fotográfico que abarca prácticamente todo el siglo XX.
LAS CÁMARAS
La colección de Carlos Sanchis surge desde la afición a la fotografía heredada de su tio José García Planells ”El Tio Pepet”, de quien guarda negativos y, en especial, alguna de sus viejas cámaras, que serán el origen. Tras ellas, una intensa búsqueda en mercadillos y anticuarios le llevará a reunir un alto número de cámaras, desde algunas de madera de gran formato, hasta miniaturas y cámaras de juguete en un estado de conservación excelente. De ellas, tan sólo unas 400 se exhiben actualmente conformando una muestra singular de toda la colección.
SALA DE EXPOSICIONES TEMPORALES
El Museo de la Fotografía de Manises “Carlos Sanchis” dispone además de una sala de exposiciones temporales dedicada a exhibiciones de producciones fotográficas.