SEMANA SANTA DE MEDINA DEL CAMPO 2023

del 2 al 9 de abril de 2023

Procesiones, horarios e itinerarios de la Semana Santa de MEDINA DEL CAMPO 2023

Semana Santa de Medina del Campo

Medina del Campo recibió en el año 2011 su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional, es la última de las localidades en la provincia que ha recibido tal distinción, reconocimiento fundamentado por el indudable valor de los conjuntos escultóricos más sobresalientes de la imaginería procesional renacentista española, y por poseer las procesiones de disciplina más antigua en España.

Fue San Vicente Ferrer quien en el año 1411 instituye las primeras procesiones y la fundación de tres cofradías de gran tradición, bajo las advocaciones de la Vera Cruz, la Quinta Angustia de la Virgen y de la Misericordia, conocida popularmente como Hermandad de los "nazarenos", quienes las han perpetuado a lo largo del tiempo. La Junta de Cofradías de Semana Santa surge en 1983, y desde entonces más de 3000 cofrades, repartidos en 8 cofradías hacen posible las 15 procesiones de silencio y recogimiento que definen la Semana Santa de Medina del Campo.

El Jueves Santo es el día de la denominada popularmente "Procesión de los Faroles". A las once y media de la noche el silencio inunda la Plaza Mayor de la Hispanidad, éste solo se rompe por el rumor de los pasos y el redoble de tambores, los cofrades alumbrados por faroles se dejan imbuir de la emotividad dominante en la plaza durante el canto conjunto del Miserere.

El Viernes Santo comienza a las siete de la mañana con la Procesión de Sacrificio, los cofrades portan en hombros al Cristo de las Claras (anónimo s. XIV) llegando hasta el monumento más emblemático de Medina del Campo, el Castillo de la Mota.

En la tarde tiene lugar la Procesión General del Silencio a la que acuden todas las cofradías portando los pasos de: Lignum Crucis (anónimo, s. XVII), El Lavatorio (Mariano Nieto, 1989), Oración del Huerto (anónimo s. XVI), Ntro. P. Jesús Atado a la Columna (Domingo Beltrán, 1565), Jesús Nazareno (Francisco Rincón s. XVI), Cristo de la Agonía (Domingo Beltrán, 1565), Calvario (Francisco Rincón s. XVI), Cristo de la Paz (Juan Picardo, 1554), Descendimiento (Fco. González Macias, 1954), Ntra. Sª del Mayor Dolor (Mª Jesús Merino de la fuente, 2005), Ntra. S. de las Angustias (anónimo s. XVI), Cruz Desnuda (Ricardo Flecha, 1994), Cristo Yacente (atr. taller Sebastián Ducete s. XVI), Santo Sepulcro (Maestro de Covarrubias s. XVI) y Virgen de la Soledad (anónimo s. XVI).


Procesiones de la

Semana Santa de Medina del Campo


En la actualidad en la Semana Santa medinense, los 3.000 cofrades acompañan a 30 pasos en 14 desfiles procesionales que empiezan el Viernes de Dolores, con la Procesión de la Virgen de las Angustias, patrona y alcaldesa perpetua de la villa, presidida por la Corporación municipal bajo mazas.

El Sábado de Pasión Pasión se realiza el Traslado Procesional del Nazareno de la Cruz, pequeña joya en papelón de la escuela castellana del XVII, de la Ermita de San Roque a la Ermita del Amparo, y El Domingo de Ramos, Procesión de la Borriquilla y Peregrinación del Cristo del Amor. 

Los Rosarios de Penitencia, el Lunes y Martes Santo, con el paso del Cristo de la Penitencia (anónimo s. XVI), manifestación popular y silenciosa para hombres y jóvenes, siendo actualmente la que mejor guarda la idiosincrasia de las procesiones castellanas de antaño. También el Martes Santo, Rosario de la Soledad, donde las mujeres acompañan desde este año 2010 a la virgen de la Esperanza. 

Miércoles Santo, Vía Crucis Popular: una gran multitud que sobrepasa las 3000 personas alumbran a Cristo en la Cruz (anónimo s. XVI), deteniéndose en las 14 estaciones señaladas a lo largo del itinerario por el Centro Histórico y Comercial de Medina del Campo. 

Al caer la tarde del Jueves Santo, se pone en marcha la Procesión de Caridad, con el Santo Cristo de la Agonía, (Domingo Beltrán, 1565), acompañado por los cofrades de Ntro. P. Jesús Atado a la Columna. 

Un rumor de pasos y redobles destemplados de tambores, rompen el silencio por las calles que confluyen en la Plaza Mayor de la Hispanidad, cuando en la noche del Jueves Santo el reloj de la Colegiata da las once de la noche; son el Lignum Crucis (Anónimo, siglo XVII), Crucificado de la Santa Vera Cruz (anónimo s. XVI), Cristo Orante (anónimo s. XVI), el Ecce Homo (Luis Fernández de la Vega, 1650), el Nazareno de la Cruz (escuela castellana s. XVII), la Virgen de la Amargura (Francisco Rincón s. XVI), el Cristo de Santa Clara (anónimo s. XIV), Ntra. Sª del Mayor Dolor (María Jesús Merino de la Fuente 2005) y el Cristo Yacente (anónimo, 1600), que portados a hombros por los cofrades con el único distintivo del farol que alumbra el discurrir de las imágenes, se concentran para iniciar la Procesión de la Vera Cruz, quizás la más emotiva de las procesiones que la Semana Santa de Medina del Campo celebra. Recuperando así la antigua Procesión de los Pobres, de la Cofradía de la Vera Cruz, un impresionante silencio que se puede palpar en el ambiente, acompaña todo el recorrido que tiene su culminación en la Plaza Mayor de la Hispanidad cuando en la oscuridad de la noche a la luz de los faroles, el silencio queda roto por el canto del Miserere. 

En la madrugada del Viernes Santo, traslado del Cristo de Santa Clara (Procesión de Sacrificio) que realiza la Cofradía del Descendimiento, a las 7 de la mañana desde la Iglesia de San Miguel hasta el Monasterio de Santa Clara, realizando durante el recorrido diversos actos penitenciales, pasando por es espectacular Castillo de la Mota, joya de la arquitectura europea renacentista y Monumento Nacional desde 1904. 

Partiendo de la Colegiata de San Antolín los pasos de Jesús Nazareno y de la Virgen de la Soledad, acompañados por todas las cofradías y sus respectivas bandas de cornetas y tambores, inician sus recorridos diferentes, a las 12 de la mañana del Viernes Santo, confluyendo ambos en la Plaza Mayor de la Hispanidad donde se produce el Encuentro y el Nazareno cae (se inclina) ante la Virgen. Es una de las procesiones con más carisma y devoción, a la que asiste gran cantidad de público que se concentra en la Plaza Mayor de la Hispanidad para escuchar la meditación pronunciada por un sacerdote cuando se produce el Encuentro.

A las 8´30 de la tarde del Viernes Santo tiene comienzo la Procesión General del Silencio a la que acuden todas las cofradías con los pasos de: Lignum Crucis (Anónimo, siglo XVII), El Lavatorio (Mariano Nieto, 1989), Oración del Huerto (anónimo s. XVI), Ntro. P. Jesús Atado a la Columna (Domingo Beltrán, 1565), Jesús Nazareno (Francisco Rincón s. XVI), Cristo de la Agonía (Domingo Beltrán, 1565), Calvario (Francisco Rincón s. XVI), Cristo de la Luz (Juan Picardo, 1554), Descendimiento (Fco. González Macias, 1954), Ntra. Sª del Mayor Dolor, Ntra. S. de las Angustias (anónimo s. XVI), Cruz Desnuda (Ricardo Flecha, 1994), Cristo Yacente (atr. taller Sebastián Ducete s. XVI), Santo Sepulcro (Maestro de Covarrubias s. XVI) y Virgen de la Soledad (anónimo s. XVI). 

Terminan los desfiles procesionales en la mañana del Domingo de Resurrección, en el que tras producirse el Encuentro entre Cristo Resucitado con la Virgen de la Alegría, en la Plaza Mayor de la Hispanidad frente a la Colegiata y junto al Sepulcro vacío, inician la procesión todos las cofradías medinenses con disparos de cohetes y suelta de palomas y globos, mientras las 7 bandas de cornetas y tambores medinenses interpretan el Himno de la Alegría. 

Pinche aquí para consultar la Guía y programa de procesiones de la Semana Santa 2015 de Medina del Campo

Gastronomía de la

Semana Santa de Medina del Campo


La Tierra de Medina es una comarca dedicada a la agricultura y a la ganadería en la que los productos de la tierra son la base de su gastronomía. Lo que fundamenta la cocina medinense no es la sofisticación de sus recetas sino más bien el uso de una materia prima de calidad que se puede disfrutar en cualquiera de sus productos. Y aunque es cierto que los medinenses viven la Semana Santa en la calle, hay otro escenario fundamental que justifica el recuerdo entrañable de estas fechas: las reuniones de amigos y familiares. Es ahí donde, al calor de la conversación, la gastronomía de esta tierra se erige como protagonista. Original y auténtica de por sí, los días de Pasión se viven en torno al sabor del potaje de garbanzos y el bacalao cocinado de mil formas en los fogones medineses: al ajo arriero, al pil-pil, en salsa verde... 

La tarde de Jueves Santo es costumbre antigua recorrer siete iglesias visitando al Santísimo en los altares preparados para ello. Pero también es costumbre antigua recorrer siete iglesias, en este caso de techo bajo, es decir, bares, mesones o tabernas donde hay que “matar judíos” que no es otra cosa que beberse un vaso de limonada, como se dice en Medina, o de sangría como se conoce en otros lugares. Buen vino de la tierra, limones macerados y azúcar para preparar esta bebida dulzona que se puede acompañar con una torrija, regada con miel o con almíbar que es el postre que no puede faltar estos días en ningún hogar medinense. 

Y al llegar el Domingo de Pascua, un buen lechazo de la tierra o un cochinillo asado al horno de leña al estilo de Medina. Por supuesto todo ello regado con buen vino de la Denominación de Origen Rueda. 

Y si de endulzarse la vida se trata, nada que mejor que acercarse al obrador del convento de las Madres Clarisas donde los empiñonados, las pastas de te o los hojaldres harán las delicias de los más golosos.